En un mundo donde prima la superficialidad, la hipocresía; donde las relaciones de pareja no duran; donde el amor se infravalora con frecuencia; en ocasiones surgen arrebatos románticos que te provocan una sonrisa cuando los contemplas y que te hacen pensar que la vida merece la pena vivirla. Una vida por la que se debe luchar, aunque solamente sea por esas enajenaciones transitorias que cuando miras hacia atrás, hacia ese presente que llamamos pasado, te sonrojes y que te preguntes cómo te atreviste a hacerlo. Sin embargo, sabes qué lo repetirías una y otra vez sin dudarlo. Son personas que osan desafiar las normas no escritas de la que intenta llamarse sociedad humana, que les importa más respirar con el corazón que con el cerebro y que le arañan minutos de amor al tiempo. Ojalá tú seas una de ellas, lo que querrá decir que ahora mismo estás sonriendo.