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Mostrando entradas de noviembre, 2018

Lo personal es político (II): Ni una más

Ni una más de Guisela López I Cuando roban los sueños a la vida el cielo se encapota, los mares se desbordan de sal se resquebrajan, amarga suma de lágrimas. II No cabe tanto dolor en la palabra. Desbordan el silencio las sonrisas truncadas, los besos sin florecer las promesas... barriletes sin hilo derivando en el viento. III Cuantas historias rotas, peces sobre el asfalto. Memorias de mañanas con sol, de vestidos de domingo y labiales rosa, de zapatillas de baile y muñecas de trapo, de corazones de San Valentín y pasteles de cumpleaños. IV “Porque tus ojos son cielo de la tarde” “Porque tus manos son pájaros ansiosos” “Porque tu pelo es río y tus pasos… huellas de luna sobre el césped” Lolita ili tina Lety sole ana Tere cesi ale Sus nombres tapizando la ciudad con gritos con margaritas pisoteadas con poemas muertos antes de extender las al

Poesía de otoño (VI): Una elegía

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Elegía de otoño de Leopoldo de Luis Las hojas del otoño flotan sobre tu brisa y caen en el estanque solitario del alma. Un dolor de ser otros parece que nos pesa como unas rotas alas. (Acaso nunca el hombre es él mismo.) Escuchamos la voz honda del tiempo, la palabra del tiempo que en los labios cobrizos del otoño pone su dejo antiguo, su amarillez, y pasa. Escuchamos el tiempo pasar: es un rebaño invisible que pisa por la hierba mojada; es una larga ronda de vientos tañedores entre las flautas rojas de las ramas; es una herida queja de líquidos metales por fugitivos corazones de agua. Escuchamos el tiempo y apretamos los párpados y sentimos el tiempo en nuestras lágrimas. El otoño que arde con su lumbre de gloria presta a las cosas luz misteriosa y dorada; toda la tierra tiene una triste hermosura como una dulce evocación de infancia. También otoño el corazón nos dora y sus hondos paisajes nos enciende en el alma y nos sentim

Lo personal es político (I): Que me beba quien me ame

Teniendo en cuenta que, en este mes, se conmemora el día contra la violencia de género (25-Noviembre), voy a comenzar con una serie de publicaciones sobre el feminismo; la concienciación de un maltrato cada vez más arraigado en la sociedad de lo que creemos y la necesidad de su erradicación; al igual que la obligación como sociedad de hablar, en voz alta, sobre todo lo que engloba la violencia de género. He escogido un lema (lo personal es político) que bien representa al movimiento estudiantil y a la segunda ola del feminismo. Mi última lectura, Feminismo para principiantes de Nuria Varela, me ha permitido descubrir este excelente poema de Gioconda Belli, con el que inauguro este conjunto de entradas.  Sabor de Vendimia de Gioconda Belli Recuerdo el terror de las primeras arrugas. Pensar: Ahora sí. Ya me llegó la hora. Las líneas de la risa marcadas sobre mi cara aun en medio de la más absoluta seriedad. Yo, frente al espejo, intentando disolverlas con mis manos,

Esa poesía de lo cotidiano

Será sencillamente de Leopoldo de Luis ¿Cómo decirte cómo? Será como las flores que nievan de blancura un corazón de ramas. Como el sol de la tarde, que madura colores y matiza la sierra de doradas escamas. Será con esa dulce sencillez de las cosas que anima la espontánea sucesión de los días. Será cual los rosales se iluminan de rosas y las tardes se mueren en guedejas sombrías. Será con ese arte de la vida diaria, con esa poesía que hay en lo cotidiano, esa oscura armonía del alma solitaria, esa sorda belleza del primer artesano. Será sencillamente: sin palabras vacías ni artificios inútiles: como mana la fuente. Señor, ¡es tan hermoso amar sencillamente! Como vuelan los pájaros, como pasan los días...