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Mostrando entradas de 2018

Lo personal es político (II): Ni una más

Ni una más de Guisela López I Cuando roban los sueños a la vida el cielo se encapota, los mares se desbordan de sal se resquebrajan, amarga suma de lágrimas. II No cabe tanto dolor en la palabra. Desbordan el silencio las sonrisas truncadas, los besos sin florecer las promesas... barriletes sin hilo derivando en el viento. III Cuantas historias rotas, peces sobre el asfalto. Memorias de mañanas con sol, de vestidos de domingo y labiales rosa, de zapatillas de baile y muñecas de trapo, de corazones de San Valentín y pasteles de cumpleaños. IV “Porque tus ojos son cielo de la tarde” “Porque tus manos son pájaros ansiosos” “Porque tu pelo es río y tus pasos… huellas de luna sobre el césped” Lolita ili tina Lety sole ana Tere cesi ale Sus nombres tapizando la ciudad con gritos con margaritas pisoteadas con poemas muertos antes de extender las al

Poesía de otoño (VI): Una elegía

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Elegía de otoño de Leopoldo de Luis Las hojas del otoño flotan sobre tu brisa y caen en el estanque solitario del alma. Un dolor de ser otros parece que nos pesa como unas rotas alas. (Acaso nunca el hombre es él mismo.) Escuchamos la voz honda del tiempo, la palabra del tiempo que en los labios cobrizos del otoño pone su dejo antiguo, su amarillez, y pasa. Escuchamos el tiempo pasar: es un rebaño invisible que pisa por la hierba mojada; es una larga ronda de vientos tañedores entre las flautas rojas de las ramas; es una herida queja de líquidos metales por fugitivos corazones de agua. Escuchamos el tiempo y apretamos los párpados y sentimos el tiempo en nuestras lágrimas. El otoño que arde con su lumbre de gloria presta a las cosas luz misteriosa y dorada; toda la tierra tiene una triste hermosura como una dulce evocación de infancia. También otoño el corazón nos dora y sus hondos paisajes nos enciende en el alma y nos sentim

Lo personal es político (I): Que me beba quien me ame

Teniendo en cuenta que, en este mes, se conmemora el día contra la violencia de género (25-Noviembre), voy a comenzar con una serie de publicaciones sobre el feminismo; la concienciación de un maltrato cada vez más arraigado en la sociedad de lo que creemos y la necesidad de su erradicación; al igual que la obligación como sociedad de hablar, en voz alta, sobre todo lo que engloba la violencia de género. He escogido un lema (lo personal es político) que bien representa al movimiento estudiantil y a la segunda ola del feminismo. Mi última lectura, Feminismo para principiantes de Nuria Varela, me ha permitido descubrir este excelente poema de Gioconda Belli, con el que inauguro este conjunto de entradas.  Sabor de Vendimia de Gioconda Belli Recuerdo el terror de las primeras arrugas. Pensar: Ahora sí. Ya me llegó la hora. Las líneas de la risa marcadas sobre mi cara aun en medio de la más absoluta seriedad. Yo, frente al espejo, intentando disolverlas con mis manos,

Esa poesía de lo cotidiano

Será sencillamente de Leopoldo de Luis ¿Cómo decirte cómo? Será como las flores que nievan de blancura un corazón de ramas. Como el sol de la tarde, que madura colores y matiza la sierra de doradas escamas. Será con esa dulce sencillez de las cosas que anima la espontánea sucesión de los días. Será cual los rosales se iluminan de rosas y las tardes se mueren en guedejas sombrías. Será con ese arte de la vida diaria, con esa poesía que hay en lo cotidiano, esa oscura armonía del alma solitaria, esa sorda belleza del primer artesano. Será sencillamente: sin palabras vacías ni artificios inútiles: como mana la fuente. Señor, ¡es tan hermoso amar sencillamente! Como vuelan los pájaros, como pasan los días...

La realidad que nos llama

La realidad de Leopoldo de Luis No, no quiero los sueños. Es la vida, la realidad la que nos llama. Escucha. Son las cosas estrictas que tocamos las que nos prestan su difícil música. Difícil, sí, difícil es alzarse desde el silencio de la pena abrupta y tocar con los dedos aún heridos estas candentes realidades duras. Pero lo mismo que esos pobres árboles frente a los brazos del otoño luchan, hemos de defender hoja por hoja la rama viva que nos da la fruta de la esperanza, que hace cada día. esa naranja un poco más madura. Contra el inevitable helor del tiempo que con tus amantes manos la recubran. No. No es el sueño. Es esta vida diaria la que hay que comenzar de nuevo. Busca en mí el esfuerzo y la sonrisa. Míralos. (Aunque los finja Por vencer tu duda.) Porque era esto lo que contenía aquella caja de sorpresas... Nunca podremos ya volver atrás. La tarde sombra a nuestras espaldas acumula.

Poesía de otoño (V): Leopoldo de Luis

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Poema para Octubre de Leopoldo de Luis La tarde es una rosa vagamente en la rama desnuda del ocaso. Una rosa ceniza, como un frío beso crecido en unos muertos labios. Leve sombra desliza su palidez de hielo entre mis manos. Las pupilas alargan sus miradas como cautivos pájaros. Octubre otra vez fruto de este paisaje, este árbol donde día tras día oscuramente mi pobre corazón se va quedando. Vivir es reencontrarse en todo lo lejano, ser otra vez aliento en el paisaje que fue otra vez soñado. Vivir es ser corteza de este roble que en hielo y sol el tiempo va quemando. El mar de la memoria se enciende, se ilumina, y a su amparo el corazón revive, remoza primaveras, sollozando. La tarde es una rosa vagamente en la rama desnuda del ocaso. A la piadosa luz de octubre vuelvo y entre la tibia cuenca de mis manos como un niño dormido mi corazón levanto. Vivir es retornar a cada Octubre para sentirse el corazón do

Poesía de otoño (IV): El sol de octubre

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El sol de octubre de José Hierro El sol de octubre ciñe al paisaje maduro. Otorga a lo que vive su plenitud de fruto. El aire se hace de oro, se enjoya de susurros, panal de los dulzores, reino del ritmo puro, melodía de flauta que derrumba lo oscuro, entra por la ventana, dibuja desde el júbilo seres con sosegada vocación de desnudo, criaturas del gozo que llegan desde el otro mundo.

Para enfrentar el miedo

Para enfrentar el miedo, me preguntaba qué debía hacer... ¿Dormir más arropada como cuando era pequeña y de esa manera sentirme protegida de los monstruos de la oscuridad? ¿Ir corriendo a la cama de mamá y papá y escabullirme entre las sábanas de mis pesadillas más feroces? ¿Contar ovejitas? Jamás escuché cosa más absurda qué numerar borregos. Aunque mi protección contra los fantasmas exteriores o interiores se solucionaba con un edredón como escudo ante el dragón, o la paciencia infinita de unos padres cuyo abrazo era la mejor panacea. Pero enfrentar el miedo cuando me hice mayor ya no fue tan fácil como al ser niña. Nadie nos enseñó los comecocos del mundo de los adultos ni cómo sobreponernos a ellos. Entonces fue cuando la vida comenzaba a dar golpes e ir dando tumbos, sin saber muy bien cómo actuar o reaccionar.  Para enfrentar el miedo, me preguntaba qué debía hacer... ¿Huir? No era posible. ¿Dejar el problema para otro momento? Tal vez, sin embargo, resurgiría antes o después.

Algunos apuntes sobre la felicidad (I)

"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas". Pablo Neruda "¿Quién es más feliz, el que ha enfrentado la tormenta de la vida y ha vivido o el que se ha mantenido en la orilla y meramente ha existido?" Hunter S. Thompson "Sólo fue una sonrisa y costó muy poco regalarla pero, como la luz de la mañana, dispersó la noche e hizo el día digno de ser vivido." Francis Scott Fitzgerald

Quiéreme entera

Si me quieres, quiéreme entera de Dulce María Loynaz Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra… Si me quieres, quiéreme negra y blanca, y gris, verde, y rubia, y morena… Quiéreme día, quiéreme noche… ¡Y madrugada en la ventana abierta!… Si me quieres, no me recortes: ¡Quiéreme toda… O no me quieras!

Viven en nosotros innúmeros

Viven en nosotros innúmeros de Ricardo Reis (Fernando Pessoa) Viven en nosotros innúmeros; Si pienso o siento, ignoro Quien es que piensa o siente. Soy tan sólo el lugar Donde se siente o piensa. Tengo más almas que una. Hay más yos que yo mismo. No obstante, existo. Indiferente a todos. Los hago callar: yo hablo. Los impulsos cruzados De cuanto siento o no siento Disputan en quien soy. Los ignoro. Nada dictan A quien me sé: yo escribo.

En tierra de nadie

En la tierra de nadie de Carmen Conde En la tierra de nadie, sobre el polvo que pisan los que van y los que vienen, he plantado mi tienda sin amparo y contemplo si van como si vuelven. Unos dicen que soy de los que van, aunque estoy descansando del camino. Otros "saben" que vuelvo, aunque me calle; y mi ruta más cierta yo no digo. Intenté demostrar que a donde voy es a mí, sólo a mí, para tenerme. Y sonríen al oír, porque ellos todos son la gente que va, pero que vuelve. Escuchadme una vez: ya no me importan los caminos de aquí, que tanto valen. Porque anduve una vez, ya me he parado para ahincarme en la tierra que es de nadie.

El miedo nos manda

El Miedo Manda de Eduardo Galeano Habitamos un mundo gobernado por el miedo, el miedo manda, el poder come miedo, ¿qué sería del poder sin el miedo? Sin el miedo que el propio poder genera para perpetuarse. El hambre desayuna miedo.  El miedo al silencio que aturde las calles.  El miedo amenaza.  Si usted ama tendrá sida.  Si fuma tendrá cáncer.  Si respira tendrá contaminación.  Si bebe tendrá accidentes.  Si come tendrá colesterol.  Si habla tendrá desempleo.  Si camina tendrá violencia.  Si piensa tendrá angustia.  Si duda tendrá locura.  Si siente tendrá soledad.

Por septiembre...

Por septiembre de Luis García Montero Por septiembre se te llenan de sótanos los labios y es relativo el cielo después de haberte visto preguntarle a la vida. Pero también el cielo, arrugado y preciso como tu cazadora adolescente, quiere estar entreabierto, brillar recién amado, descansando en la hierba el peso de su larga cabellera de nubes. Por septiembre se te llenan de humo los síes en la boca.

Un estío perezoso (V): Gloria Fuertes

Todo el pasado de Gloria Fuertes Todo el pasado se quiere apoderar de mí y yo me quiero apoderar del futuro, me dislocan la cabeza para que mire atrás y yo quiero mirar adelante. No me asustan la soledad y el silencio, son los lugares preferidos de Dios para manifestarse. Mi eterna gratitud a los que me quieren, siempre les recordaré a la hora del sol. No puedo detenerme, perdonad, tengo prisa, soy un río de fuerza, si me detengo moriré ahogada en mi propio remanso.

Un estío perezoso (IV): A l’intérieur de mon jardin

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A l’intérieur de mon jardin, écrit par Chloe Douglas Parmi le vert et la floraison de toutes les plantes les plus belles je flâne. Je délibère ici Je rêve par là. L’heure s’arrête ou plutôt s’étend pleinement, se déplier et s’amplifier. Ces tournoiements et ondulations soudaines de brises d’été, envoient tous les parfums dans l’air chaud. Contempler une feuille ou le motif sur le mur créés par des branches les plus près. Ces têtes-là de fleurs dansantes exposent délicatement toute leur gloire. Quelle simplicité à se perdre. Et quelle aisance à respirer doucement. Et quelle aisance à avoir des pensées profondes.

Live like it's heaven on earth

You've gotta dance like there's nobody watching, Love like you'll never be hurt, Sing like there's nobody listening, And live like it's heaven on earth. William W. Purkey

Ser uno mismo

Oda de Fernando Pessoa (con heterónimo Ricardo Reis) Para ser grande, sé entero: nada Tuyo exageres o excluyas. Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres En lo mínimo que hagas, Por eso la luna brilla toda En cada lago, porque alta vive.

Un estío perezoso (III): Francis Scott Fitzgerald

"Y entonces, gracias al sol y a los increíbles brotes de hojas que nacían en los árboles, a la manera como crecen las cosas en las películas de cámara rápida, sentí la familiar convicción de que la vida estaba empezando de nuevo con el verano." "And so with the sunshine and the great bursts of leaves growing on the trees, just as things grow in fast movies, I had that familiar conviction that life was beginning over again with the summer." "El gran Gatsby"/" The Great Gatsby"  (1925), de Francis Scott Fitzgerald'

Es un universo barato la propia soledad

Empiezo a conocerme. No existo de Fernando Pessoa Empiezo a conocerme. No existo. Soy el intervalo entre lo que deseo ser y los demás me hicieron, o la mitad de ese intervalo, porque además hay vida... Soy esto, en fin... Apaga la luz, cierra la puerta y deja de hacer ruido de            zapatillas en el pasillo. Quede solo yo en el cuarto con el gran sosiego de mí mismo. Es un universo barato.

Un estío perezoso (II): Emily Dickinson

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"Ver el cielo del verano es poesía, aunque nunca se encuentre en un libro. Los verdaderos poemas siempre se escapan." Emily Dickinson

Un estío perezoso (I): Laura Wittner

Verano puro de Laura Wittner El calor trajo un zumbido permanente: un rumor de edificios electrizados mantiene en equilibrio tanta inmovilidad. Ventana tras ventana exhibe una persona tendida leyendo a la luz insectívora de veladores. Unas pocas escenas iluminadas por el televisor. Dos que ofrecen partes de cuerpos recién duchados. A medianoche el cielo ronca como un mar. Abajo el viento arrastra cosas ligeras contra superficies duras. Lanza formas varios metros hacia arriba que aterrizan segundos después. Reposeras en balcones aun plegadas caen de panza. Alguien avanza sobre el patio con linterna pensando cómo prevenir la inundación. Hay un punto titilando en la memoria y varias líneas de pensamiento que primero se desbocan pero después decaen. La piel está húmeda de múltiples maneras. Se hace imposible desenredar el detalle de la cita de la intención de teoría. Se hace evidente que no hay nada que entender.

Del caos pueden nacer las estrellas

Cuando me amé de verdad de Charles Chaplin Cuando me amé de verdad comprendí que en cualquier circunstancia, yo  estaba en el lugar correcto, en la hora correcta,  y en el momento exacto, y entonces,  pude relajarme. Hoy sé que eso tiene un nombre… Autoestima. Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia, y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… Autenticidad. Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a aceptar todo lo que acontece, y que contribuye a mi crecimiento. Hoy eso se llama… Madurez. Cuando me amé de verdad, comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento, o la persona no está preparada, inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto. Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de to

Nada es lo mismo

Nada es lo mismo de Ángel González La lágrima fue dicha. Olvidemos el llanto y empecemos de nuevo, con paciencia, observando las cosas hasta hallar la menuda diferencia que las separa de su entidad de ayer y que define el transcurso del tiempo y su eficacia. ¿A qué llorar por el caído fruto, por el fracaso de ese deseo hondo, compacto como un grano de simiente? No es bueno repetir lo que está dicho. Después de haber hablado, de haber vertido lágrimas, silencio y sonreíd: nada es lo mismo. Habrá palabras nuevas para la nueva historia y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.

Una pequeña parte del universo

"Sólo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada, y esa parte eres tú". Aldous Huxley

Junio de Octavio Paz

Junio de Octavio Paz Bajo del cielo fiel Junio corría arrastrando en sus aguas dulces fechas… Llegas de nuevo, río transparente, todo cielo y verdor, nubes pasmadas, lluvias o cabelleras desatadas, plenitud, ola inmóvil y fluente. Tu luz moja una fecha adolescente: rozan las manos formas vislumbradas, los labios besan sombras ya besadas, los ojos ven, el corazón presiente. ¡Hora de eternidad, toda presencia, el tiempo en ti se colma y desemboca y todo cobra ser, hasta la ausencia! El corazón presiente y se incorpora, mentida plenitud que nadie toca: hoy es ayer y es siemp re y es deshora.

Oda a la vida

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Oda a la vida de Pablo Neruda La noche entera con un hacha me ha golpeado el dolor, pero el sueño pasó lavando como un agua oscura piedras ensangrentadas. Hoy de nuevo estoy vivo. De nuevo te levanto, vida, sobre mis hombros. Oh vida, copa clara, de pronto te llenas de agua sucia, de vino muerto, de agonía, de pérdidas, de sobrecogedoras telarañas, y muchos creen que ese color de infierno guardarás para siempre. No es cierto. Pasa una noche lenta, pasa un solo minuto y todo cambia. Se llena de transparencia la copa de la vida. El trabajo espacioso nos espera. De un solo golpe nacen las palomas. Se establece la luz sobre la tierra. Vida, los pobres poetas te creyeron amarga, no salieron contigo de la cama con el viento del mundo. Recibieron los golpes sin buscarte, se barrenaron un agujero negro y fueron sumergiéndose en el luto de un pozo solitario. No es verdad, vida, eres bella como la que yo amo y entre los senos tienes

Guarda tus sueños, siempre

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"Y conserva tus sueños. Nunca sabes cuándo te van a hacer falta.” "La sombra del viento" de Carlos Ruiz Zafón.

No quise vivir muriendo y elegí la vida

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Elegí la vida de Rudyard Kipling No quise dormir sin sueños: y elegí la ilusión que me despierta, el horizonte que me espera, el proyecto que me llena, y no la vida vacía de quien no busca nada, de quien no desea nada más que sobrevivir cada día. No quise vivir en la angustia: y elegí la paz y la esperanza, la luz, el llanto que desahoga, que libera, y no el que inspira lástima en vez de soluciones, la queja que denuncia, la que se grita, y no la que se murmura y no cambia nada. No quise vivir cansado: Y elegí el descanso del amigo y del abrazo, el camino sin prosas, compartido, y no parar nunca, no dormir nunca. Elegí avanzar despacio, durante más tiempo, y llegar más lejos, habiendo disfrutado del paisaje. No quise huir: y elegí mirar de frente, levantar la cabeza, y enfrentarme a los miedos y fantasmas porque no por darme la vuelta volarían. No pude olvidar mis fallos: pero elegí perdonarme, quererme,

El amor después del amor por Derek Walcott

El amor después del amor por Derek Walcott Un tiempo vendrá en el que, con gran alegría, te saludarás a ti mismo, al tú que llega a tu puerta, al que ves en tu espejo y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro, y dirá, siéntate aquí. Come. Seguirás amando al extraño que fuiste tú mismo. Ofrece vino. Ofrece pan. Devuelve tu amor a ti mismo, al extraño que te amó toda tu vida, a quien no has conocido para conocer a otro corazón que te conoce de memoria. Recoge las cartas del escritorio, las fotografías, las desesperadas líneas, despega tu imagen del espejo. Siéntate. Celebra tu vida

Yes, I deserve a spring

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“Yes, I deserve a spring– I owe nobody nothing.” Virginia Woolf, A Writer's Diary.

Yo nunca seré de piedra. Gritaré, reiré y cantaré cuando haga falta

Canto, río, con tus aguas de Rafael Alberti Canto, río, con tus aguas: De piedra, los que no lloran. De piedra, los que no lloran. De piedra, los que no lloran. Yo nunca seré de piedra. Lloraré cuando haga falta. Lloraré cuando haga falta. Lloraré cuando haga falta. Canto, río, con tus aguas: De piedra, los que no gritan. De piedra, los que no ríen. De piedra, los que no cantan. Yo nunca seré de piedra. Gritaré cuando haga falta. Reiré cuando haga falta. Cantaré cuando haga falta. Canto, río, con tus aguas: Espada, como tú, río. Como tú también, espada. También, como tú, yo, espada. Espada, como tú, río, blandiendo al son de tus aguas: De piedra, los que no lloran. De piedra, los que no gritan. De piedra, los que no ríen. De piedra, los que no cantan

Por eso no seremos nunca la pareja perfecta

Fragmento del poema "Bolero" de Julio Cortázar Qué vanidad imaginar que puedo darte todo, el amor y la dicha, itinerarios, música, juguetes. Es cierto que es así: todo lo mío te lo doy, es cierto, pero todo lo mío no te basta como a mí no me basta que me des todo lo tuyo. Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno.

A Venecia de José Zorrilla

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A Venecia de José Zorrilla Allí está, Venecia, la dueña opulenta De antiguos, y nobles, y libres blasones, Venecia la hermosa, la villa que cuenta Que a sueldo tenía soberbias naciones, Señora del mar. Que cuenta que un día imperios y reyes Su gala envidiaron, su nombre temieron, Y el mar y la tierra besaron sus leyes, -Y enviáronla buques, soldados la dieron; Porque ella supiera batirse y triunfar. Un día a sus ojos la tierra callaba, Un día su nombre la tierra llenaba: Pasaron los días, Venecia pasó. Hoy es una viuda y hermosa Sultana, Que tiene su corte ridícula y vana Allá en un palacio que el Sultán la dió. ¡Venecia la encantadora, La de los pardos pilares, De las ciudades señora, La señora de los mares, La corona de jardines Colgada sobre canales! No son tu gala y festines Los que valen lo que vales. Hechizo de Italia, sí, Mas del poeta la lira No es por ti por quien suspira, No, Venecia, no es por ti. ¿Qué