Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2012

Cuando menos te lo esperas...

Imagen
Cuando menos te lo esperas, aparece a tu lado esa persona que te hace sonreír a cada instante, sin razón alguna. Como si un mecanismo oculto le diese cuerda a nuestro reloj provocando que sus manecillas girasen mucho más rápido, dirigiendo nuestros latidos. Yo tuve suerte, ya la encontré.

Para ti...

Una vez un tal H. Carter dijo que "Sólo dos legados duraderos podemos dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas." Y creo que puedo decir: gracias por hacerlo realidad, papá. Por hacerlo posible cada día, aunque a veces resulte complicado. Aunque hoy soy yo la que quiere desearte felicidades. 

No más "colorín colorado"

¿Quién no ha soñado cuando era pequeño en princesas y dragones? ¿En reinos de fantasía donde todo era posible? ¿En Peter Pan y no crecer nunca? ¿Quién no dijo de pequeño "hasta el infinito y más allá? Porque yo sí. Y supongo que unos cuantos más. Entonces pensábamos que los mayores lo sabían todo y que nosotros, en un futuro muy muy lejano, tal vez en otra galaxia y que nunca llegaba, nosotros seríamos como ellos. Y cuando alcanzas esa edad prohibida, no te sientes tan adulto, ni tan maduro. Y también creíamos que existía un amor como los de película. De ésos que con un beso se acababa el mundo y eras el más feliz del mundo entero. Colorín colorado, este cuento jamás ha empezado. Después aterrizas. Y echas de menos ese edredón que vencía a todos los monstruos cuando te cubrías con él por la noche. O ese beso de mami que te curaba todos los miedos, todas las heridas. O esa noche de nervios e insomnio crónico anual antes de la llegada mágica de los regalos, que siempre eran justo l

Una dama de noche

Imagen
El balcón estaba aletargado con el aroma de sus propias plantas. Aunque la que más hacía olvidar la realidad con su fragancia era la dama de noche, sutil y traicionera. Entre las cortinas blancas ella se escabullía a la habitación, donde Gema dormía placenteramente y era ajena al trastorno, a la conmoción que la flor causaba a su alrededor. Se había apoderado del lugar, ella era la reina. El jazmín, las rosas, eran más tímidas cuando el sol se había difuminado entre las sombras, porque parecía que la oscuridad les ocasionaba miedo; buscaban al astro entre sollozos, necesitaban de su luz y de su calor acogedor para sobrevivir. Era entonces el momento justo en el que la dama de noche se alzaba, majestuosa, dueña de sí misma, amante de la luna, pero solitaria, princesa recluida. Gema se despertó sobresaltada. Habría asegurado que alguien le había susurrado algo en el oído. No se hallaba muy desencaminada de la verdad. La señora de la vigilia, le había estado murmurando su histor

Sinceridad

A veces las palabras mueren antes de que las pronuncies o las plasmes por escrito, otras veces, en cambio, salen tan rápido, como si de un caudal de agua desbordado se tratara. A borbotones. Tanto que te dejan sin respiración. También hay palabras que por más que intentan abandonarte, no pueden, incluso pueden llegar a doler. Y mucho. Palabras que quedan atrapadas entre neuronas y sueños. Ese "perdóname" que me tragué por orgullo, o ese otro "te quiero" que no dijiste en el momento adecuado a alquien que ya no está a tu lado. Por favor, no quiero que me ahoguen, me envuelvan, me desvelen por la noche, me hagan desconectar de la realidad. Cuántos pensamientos callamos, cuántas palabras deberíamos haber dicho y no hicimos. Mentiras, vanidad, da igual cuál sea el motivo. Sólo dos palabras: necesitamos sinceridad.