Entre cigarrillos

Notar cómo las lágrimas intentan escapar por todos los poros de tu piel. No querer evocar el presente que viviste ese otro día, y que parece que fue ayer. Esquivar los recuerdos con mentiras. Engañarte a ti misma porque crees que así sufrirás menos, cuando lo único que logras es que supure más la herida. Una imagen en el espejo con los ojos hinchados por el llanto y nariz de payaso. Y lo peor de todo, sentirte sola cuando estás rodeada de gente por todos lados. Y acabar sumergiéndote en el silencio, como siempre, ya que tu rebeldía se disipa con las bocanadas entre cigarrillos que exhala el abandono del olvido...

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