Las hebillas que sujetaban a la mar
Hemos desgarrado las hebillas que sujetaban la mar de caerse al precipicio.
Los marineros naufragados podrán volver a nacer.
Atrapemos las voces de las sirenas, traspapeladas entre cartas náuticas,
antes de que ellos sean devueltos a las fauces de Poseidón.
Las aguas llorarán al escaparse por los límites de esta tierra plana,
y la Atlántida entonará una última canción descabellada.
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