Mensaje lanzado al vacío
Como si fuera un mensaje puesto dentro de una botella puesto dentro del mar, así escribo este texto. Lo lanzo al vacío, al silencio sin respuesta, a la ausencia de la nada. Como la flor, inmortal solo en el instante presente, que clama sin voz un último estertor. Un último grito de vida. Incluso es bella en su agonía pues aún refleja los vestigios del aroma que un día la impregnó. Y ella, al igual que yo, lo único que quiere es dar las gracias por haber podido descubrir la magia del amor, de haber podido respirar la eternidad efímera de la existencia.