Tú, vida, mírame, por favor
Un día me pediste bailar. Yo, sorprendida, rechacé tu proposición. Me insististe. Me negué de nuevo. Entonces te enfadaste conmigo, incluso me dejaste de hablar. En aquel instante no comprendí lo que había hecho, el error que había cometido, hasta que fue demasiado tarde. Me enamoré de ti, mas tu ya no querías cuentas conmigo. Solamente pensaba en verte, en acariciarte, en tocarte... en hacerte el amor. Era para mí un castigo cuando me ignorabas. ¿Tu nombre? La palabra que más sufro al escuchar. ¿Tu compañía? Un recuerdo en el olvido. ¿Tu amor? Un abrir y cerrar de ojos. Siempre me arrepentiré. ¿Podrías perdonarme? ¿Podrías mirarme de nuevo, vida?
Si miras al abismo, el abismo te devolverá la mirada. Es mejor mirar al cielo, o esperar que las estrellas iluminen tu camino. La vida jamás ha dejado de sentirte, ni de mirarte, pero quiere que luches por ella, además de disculparte. Nunca te rindas ante sus retos, por difíciles que parezcan; sé flexible y persistente... como el agua...
ResponderEliminarLa vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el juicio, difícil.
ResponderEliminar(Hipócrates)