Carta de apoyo
Normalmente prefiero callar si ayudo a alguien. Me debatía entre compartir por este blog, o no, una carta que he enviado de apoyo por correo electrónico a uno de los pacientes que luchan contra el coronavirus. Pero al final me decidí excepcionalmente a publicarla, por si mis humildes palabras pudieran servirle a alguien más. Me siento impotente al estar en casa confinada y no poder ayudar más. Necesito sentir que colaboro de alguna manera, aunque sea un granito de arena tan pequeño como es un email. Ojalá sirva de algo, ojalá le arranque una sonrisa a alguien que está solo y enfermo. Ojalá se note algo más acompañado y arropado. Pues no estamos solos en esta pandemia. Querido/a (des)conocido/a, Desconozco tu nombre, desconozco tu mirada, desconozco de qué manera ríes. Pero daría lo que fuera por acompañar a tu corazón en este proceso. Si unas palabras mandadas, como botellas lanzadas al mar, lograrán encontrar un sentido en este mundo provisional de silencios y abrazos partido...