Vulnerabilis


Vulnerabilis

Me abro ante ti. Decido no dejarme convencer por los fantasmas del pasado. Acepto la posibilidad de poder recibir una herida tuya. Te mostraré todas mis debilidades, te explicaré todas mis inseguridades y me emocionaré compartiendo contigo qué es aquello que me ilusiona, qué es aquello que me hace sentir viva. Me consideraré extremadamente afortunada si escoges hacer lo mismo contigo: guiarme por tu interior y tus anhelos. Te estaré agradecida si depositas tu confianza en mi oído, si cuentas conmigo para naufragar entre toneles de miedos y alegrías. Vulnerable: ¡así es cómo me encuentro! Te regalo no solo mi tiempo sino también mi afecto, sino también mi mundo interior. Sé que te concedo la posibilidad de destruirme o de disfrutar profundizando más en nuestra relación. Porque cuando nos despojamos de todas las capas que nos resguardan, nos exponemos ante los demás, como aguardo a que acontezca junto a ti de forma natural. Entonces me atreveré a ser valiente, a ser yo misma, lo más auténtica posible. Me percibiré frágil, rompible, un poco quebradiza, pero resiliente, asertiva. Abandonaré mi zona de confort y emergerán de su escondrijo mental tanto mis defectos y mis sombras, como mis luces y mis fortalezas. Mi mente se hallará en la tesitura de transitar por una cuerda floja, sin ser funambulista profesional ni cuerda de seguridad a la que aferrarme si me caigo al caminar por ella. Tampoco quiero que experiencias previas me condicionen a no ser yo misma: una persona que se conmueve al descubrir diamantes brutos, diamantes sin pulir con forma de persona, una persona que reflexiona que el conocer a alguien es un arte y uno de los mejores placeres que te puede regalar la vida. Alguien que se entusiasma como si fuera la primera vez que lo saborearas, siempre con pasión y con el asombro inocente de cuando era niña. Alguien que sueña con palpar la vida a través del corazón, sin piel que lo aísle del contacto de la realidad. Yo soy consciente de la sensibilidad de ser y estar sin filtros, con una intensidad que jamás alcanzarías en una existencia de blanco y negro, con coraza y sin sufrir demasiado.
Reivindiquemos la vulnerabilidad como una valentía enternecedora, en lugar de una debilidad vergonzosa.

Comentarios

  1. Que preciosidad abrir de esa manera el corazón, que muestra de valentía!!felicidades!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por todos tus comentarios. La realidad es que en esta entrada me he abierto completamente. Tus palabras me reconfortan. Abrazos, Beatriz

      Eliminar
  2. ¿Habría otra forma de hacerlo que despojarte de la piel y sentir, sufrir, amar en carne viva?
    Excelente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mí no habría otra manera, porque si nos cerramos a sentir emocionamos, ni las vivimos ni casi vivimos

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No quiero convencer a nadie de nada dice Jaime Sabines

Distancia

Madrugada de Juan Gelman