Carta de apoyo

Normalmente prefiero callar si ayudo a alguien. Me debatía entre compartir por este blog, o no, una carta que he enviado de apoyo por correo electrónico a uno de los pacientes que luchan contra el coronavirus. Pero al final me decidí excepcionalmente a publicarla, por si mis humildes palabras pudieran servirle a alguien más. Me siento impotente al estar en casa confinada y no poder ayudar más. Necesito sentir que colaboro de alguna manera, aunque sea un granito de arena tan pequeño como es un email. Ojalá sirva de algo, ojalá le arranque una sonrisa a alguien que está solo y enfermo. Ojalá se note algo más acompañado y arropado. Pues no estamos solos en esta pandemia.

Querido/a (des)conocido/a,

Desconozco tu nombre, desconozco tu mirada, desconozco de qué manera ríes. Pero daría lo que fuera por acompañar a tu corazón en este proceso. Si unas palabras mandadas, como botellas lanzadas al mar, lograrán encontrar un sentido en este mundo provisional de silencios y abrazos partidos por la distancia, ya habrá merecido la pena. Es en este tiempo cuando debemos regresar a los valores, al cariño, a los cuidados. Es en este momento cuando precisamos unirnos a pesar del alejamiento social, a pesar del confinamiento. Es en este instante cuando necesitamos apoyarnos sin vernos, ayudarnos los unos a los otros sin mirar a quién. 
Quisiera acompañarte, si me lo permites, en esta situación que, lamentablemente, nos ha tocado vivir. Pelea, con todas tus fuerzas, por favor. Pelea, lucha, brama para salir de ésta. Tienes nuestra compañía, aunque sea de esta manera virtual. Siéntenos cerca, pues como sociedad todos queremos que te recuperes. Que salgas resiliente y viviendo. Es posible que haya ratos de desazón y desconsuelo, sin embargo, siempre queda el amor de los tuyos, el amor de tus seres queridos, además del tuyo propio. 
Ponía el “des” de desconocido/a entre paréntesis porque para mí dejaste de ser alguien abstracto en el segundo que comenzaste a leer esta carta. Creemos una relación inmaterial entre dos personas que tal vez nunca lleguen a conocerse, si bien se encuentran vinculadas por unas líneas de ternura y de aliento. Ojalá nos hubieran presentado otras circunstancias más propicias, no obstante, intentemos aprender lo máximo de esto para salir, que saldremos, más fuertes, más solidarios.

Con todo mi apoyo y seguridad de que te recuperarás,

Beatriz.

Comentarios

  1. Beatriz, siempre tocas al corazón, mueves emociones, deseo que tu mensaje reconforte a quién de verdad lo necesite. Palabras de aliento en estos momentos para personas que además de enfrentarse a la enfermedad no pueden tener el contacto físico de los suyos. Muchas gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre que te leo me emociono y me motiva a seguir escribiendo. Gracias a ti por tus palabras, Beatriz.

      Eliminar
  2. Preciosa!!!!! cómo se agradece ver sensibilidad en estos momentos tan especiales.
    Es un consuelo ver jóvenes con ese amor a la gente, a la vida, no simple superficialidad...con ganas de hacer algo bueno o hermoso por alguien.
    Uffffff!!!!
    Yo estoy muy sensible, y las lágrimas a flor de piel.
    Qué orgullo!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, desconocido por tus palabras. Lo único que escribí era lo que sentía, nada más. Ojalá sirvieran a alguien unas pequeñas palabras. Orgullo para mí de que haya gente a la que la emocione. Un saludo, Beatriz.

      Eliminar
  3. Que carta más hermosa,cuánta sensibilidad, empatía y amor se desprende de ella. Eres una magnífica escritora y sin duda una mejor persona. Mis respetos Beatriz.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bellas tus palabras. Gracias, una vez más. Cosas así me motivan a seguir con este blog. Saludos, Beatriz

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No quiero convencer a nadie de nada dice Jaime Sabines

Vulnerabilis

Madrugada de Juan Gelman