Una calle del sur

Un pasear errante por esta calle granadina. Calle que envejece rauda. Ventanas que crujen al intentar respirar, puertas desvencijadas que ya no cierran, pero es un lugar que aún sigue peleando por sobrevivir, orgulloso de su transitar en el ayer del tiempo. No importa que el óxido empañe su latir o las grietas interrumpan sus arrugas. Se puede cerrar los ojos y escuchar su murmurar continuo.

Comentarios

  1. Hay recuerdos que tengo en algunas calles de Granada que me parecen sueños, no porque lo sean, sino por la facilidad que tiene mi mente para volver allí cuando Morfeo me lleva en sus brazos. Lo cierto es que estoy deseando llenarme de magia una vez más... con la persona adecuada, claro...

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